[Terminada] El destino es caprichoso y más cuando se trata de algo como lo que pasará entre ______ y Louis Tomlinson. Una relación del pasado rápida, alocada, peligrosa que le llevó a ser quien no era. Todo acabó, pero no para siempre. Ambos estaban equivocados cuando prometieron no volver a verse.

sábado, 31 de agosto de 2013

Capítulo 34.

Este capítulo va dedicado a: @amaliaprz

*

Esperaba a Liam en la puerta del restaurante donde me citó justo el mismo día de la presentación del libro de Dina. Estaba tan ocupado casi como yo, y ninguno pudimos quedar antes.

Mientras le esperaba, la frase que se repetía una y otra vez en mi mente era: "Tengo que hablar con Louis."

Estábamos a escasas horas de la presentación del libro de Dina y él aún ni siquiera sabría que Josh iba a venir.

Mi pie inquieto en el suelo mientras miraba al infinito, esperando que la silueta de Liam no tardase en aparecer. Me estaba helando.

-¡Hey! – Exclamó alguien a mi izquierda.
-¡Liam! – Exclamé a la vez que el chico.
-¿Qué tal? – Preguntó.
-Pensaba que ibas a venir por ahí…
-¿Qué te ha hecho pensar eso?

Arqueé las cejas y encogí los hombros. Liam tenía razón. No sabía qué me había hecho pensar eso.

Tras el animado saludo, ambos entramos calentándonos las manos a ese restaurante que tan bien ambientado parecía. Los dos avistamos una mesa de dos y nos sentamos en ella.

Rezaba porque no tuviese tan mala suerte y no se me apareciese algo o alguien que tuviese que ver con mi pasado, pues la última vez que pisé ese restaurante, me encontré de frente con todo mi pasado.

Nos tomamos unos minutos para decidir qué queríamos tomar y nos decidimos llamando al camarero y informándole.

Mientras esperábamos a que nos lo sirvieran, Liam decidió iniciar una conversación.

-¿Y por qué no vinisteis a la presentación? ¡Estabais al lado! – Preguntó.
-Louis se empezó a encontrar mal, ya sabes…
-Pareció ponerse demasiado nervioso al ver a Judith…
-Esa chica le trajo malos recuerdos. Le recordó a su pasado, y bueno, tú mejor que nadie sabe lo siniestro que era en su pasado…
-Pero, ¿Por qué se puso así? No tiene nada de malo recordar el pasado.
-El suyo no fue fácil. No sé exactamente lo que le pudo pasar para convertirse así. Me contó algo, pero no creo que fuese todo. Yo creía conocerle, pero a medida que pasaba el tiempo me iba dando cuenta de que era un muro lleno de secretos. Creo que no existe nadie que conozca al completo a Louis.
-¿Ni siquiera tú? – Preguntó Liam sorprendido.
-No. Ni siquiera yo.

Liam agrandó los ojos en forma de sorpresa mientras miraba como el camarero nos servía la comida.

Ambos miramos a nuestros respectivos platos y comenzamos a comer.

-Sinceramente, me pareció raro verte en la presentación, y mucho más con él. – Dijo.
-Sí, la verdad es que todo fue demasiado raro…
-¿No perdiste el contacto con él?
-Sí. Todo este tiempo ni siquiera sabía si estaba vivo. Pero parece ser que el destino no quiere que me olvide de Louis por nada del mundo y…
-Judith me dijo que Adam le conocía mucho y que sabía que Louis te quería de verdad. Te quería. Destacó eso. Es como si Louis jamás hubiera querido a alguien a parte de ti.
-No lo creo… En todo este año ha podido conocer a millones de personas. Habrá aprendido a querer. Si a mí me quisiese no hubiera hecho todo eso que hizo.
-¿Te puedo decir algo?

Quité por un momento la mirada que mantenía en la comida. La levanté y di con los ojos marrones de Liam, que estaban en un rostro completamente serio.

-Sí. – Acepté.
-Puede haber conocido a miles de chicas, pero la mirada que teníais tú y Louis el otro día era de dos personas enamoradas. Dos personas que por mucho tiempo o muchas cosas que hayan pasado entre ellas, se quieren.
-No, Liam. Yo quiero a Josh. No puedo querer a Louis, Louis ha cambiado, yo no sé cómo es.
-Él te miraba como un niño pequeño mira a su peluche favorito cuando lo ha encontrado después de tanto tiempo sin saber donde estaba. Él te miraba con una mirada limpia y llena de ilusión. No tenía nada que ver con la mirada que tenía la noche que pasó todo eso.

Mi mirada regresó al plato donde mi tenedor jugueteaba con la comida.

-Apuesto a que Louis sigue enamorado de ti. – Añadió Liam.

Mi corazón simuló pararse. Mi mente se quedó parada, perpleja.

-No, Liam. Eso es imposible.
-¿Cómo de imposible?
-Como que seguramente él tenga pareja o… quién sabe, Liam, Ha pasado demasiado tiempo desde todo aquello. Eso fue una herida que ya está cerrada y cosida Para mí la relación con Louis solo es pasado.

Tragué saliva después de la intensa confesión que le ofrecí a Liam.

-Pero, ¿Sabes? El pasado siempre vuelve. - Contestó el chico.

Esa frase de Liam me resonó en toda mi cabeza. No. Eso era mentira. El pasado jamás podría volver porque si no funcionó la primera vez, ¿Por qué iba a funcionar a la segunda?

-Pero quizás tengas razón y solo seréis amigos. – Añadió Liam.

Un frío me rodeó ahora.

Parecía como si mi cuerpo o mi cabeza, o quizás las dos cosas, no estuviesen preparadas para escuchar que Louis y yo éramos solo amigos, pero tampoco quería escuchar algo que me hiciese dudar del amor que sentía hacia Josh.

Parecía que yo vivía demasiado alejada de la realidad que Liam parecía ver. Pero todo eso eran absurdeces. Louis no estaba enamorado de mí, y yo estaba enamorada de Josh. ¿Cómo iba a volver el pasado?

******

Horas después.

Daba vueltas por todo el salón, con el móvil en la mano y con la otra mano en la frente. ¿Cómo le diría a Louis quién sería mi compañía?

Josh era la última persona que querría ver en un momento como ese, sabía que no era de su agrado.

-Cielo, ¿Estás bien?

Me giré sobresaltada con la voz del chico.

-Sí. Estoy bien.

El chico sonrió a mi comentario y se acercó a mí.

-¿Tienes todo listo? En diez minutos nos vamos. – Preguntó.
-Sí.
-Genial. Gracias por acompañarme.
-Por eso no me des las gracias, tonto. – Contesté sonriéndole.

Los brazos del chico rodearon instantáneamente mi cuerpo y yo me dejé abrazar.

El sonido chirriante de mi móvil que se encontraba en mis manos, nos alertó a los dos y nos alejamos bruscamente.

Josh me miró y yo arqueé las cejas cuando este no dejaba de hacerlo.

-Mejor me voy a arriba a preparar lo que falta. – Propuso el chico.

Asentí con la cabeza y miré a la pantalla.

¡Era Louis! El estómago se me cerró instantáneamente.

Tragué saliva y vi la oportunidad perfecta para informar sobre mi compañía.

-Hola, Louis… - Contesté.
-Hola, _____. – Dijo.
-¿Q-qué tal?
-Bien, nervioso.
-Entiendo.

Un silencio pequeño el cual yo interrumpí.

-Esto… Louis.
-¿Sí?
-Hoy voy a ir acompañada.

El chico no contestó a mi información. Pareció no procesarla demasiado bien.

-¿Cómo? – Replicó.
-Josh insistió en acompañarme, yo me negué pero…
-Ah, Josh… - La voz del chico pareció atenuarse a medida que iba pronunciando la corta frase. – ¿Y por qué viene, si se puede saber?
-Louis, es mi novio. Es obvio que quiera venir.
-Sí, bueno. Que venga.

Pareció dolerle. Tanto que me dolió hasta a mí. No debí ser tan brusca. Pero, ¿Por qué le iba a doler? 

Había pasado muchísimo tiempo desde que todo eso pasó entre nosotros dos. Seguramente me habría olvidado, cómo yo a él. O quizás…

-Luego hablamos. – Pronunció Louis a la otra línea del teléfono.
-No, espera. ¿Qué me querías decir?
-Nada, nada. Era una tontería.

Y colgó. 

La llamada fue finalizada. Su reacción me congeló. ¿Y si Liam tenía razón? ¿Y si Louis seguía enamorado de mí? ¿Y si Louis solo supo quererme a mí? ¿Y si el pasado siempre vuelve de verdad?

-Aquí traigo las maletas. – Dijo Josh bajando las escaleras.

Me acerqué a él y tomé del tirador de una de ellas.

Minutos después, abandonamos la casa y acomodamos todas nuestras cosas en el maletero del coche y por último, tomamos asiento esperando a llegar al sitio donde sería la presentación, en el centro de la ciudad.

-¿Te pasa algo? – Preguntó Josh.

Le miré a los ojos que eran tenues gracias a la poca luz que había en la carretera.

-No. Nada. – Contesté.
-Vale.

Devolví mi mirada al sitio previo y apoyé mi mano en mi barbilla.

Quería a Josh. Le quería. Pero la conversación con Liam me había hecho ver las cosas de una manera que jamás las había visto. Desde otro punto de vista.

Un trayecto medio que se hizo demasiado largo gracias a mis pensamientos. Josh aparcó cerca de la puerta principal de esa librería tan amplia del centro. 

Mi falda entallada y mis altos zapatos me impedían moverme con facilidad, pero aún así, conseguí salir sin ningún tipo de obstáculos del coche.

Josh se puso a mi lado y agarró mi mano, entrelazando sus dedos con los míos.

Los sentí fríos. Jamás había tenido esa sensación tan extraña. Josh. Josh. Era el chico de mi vida. Con quien quería casarme y tener hijos. Con quien quería formar mi futuro.

Sin embargo, desde hacía unas horas la estructura de toda mi vida parecía haberse desequilibrado, parecía haber perdido de nuevo el sentido.

¿Qué tenía Louis? De nuevo estaba desordenando todo en mi vida.

Mis dientes chocaban. La americana a juego con los zapatos no abrigaba demasiado, y el frío parecía meterse de pleno en los huesos.

Apenas estábamos en otoño y el frío hoy había destacado más de lo normal.

-¡¿Josh?! – Exclamó alguien detrás de nosotros.

El chico se giró alarmado de la llamada. Yo giré con él. Ambos nos dimos cuenta de que era Ben.

-¿Qué hacéis aquí? – Preguntó cuando se puso a nuestra altura.
-Nos invitaron. – Contestó Josh.
-Bueno, en verdad solo me invitaron a mí, pero… - Interrumpí.

Josh giró su labio. Pareció no sentirse bien después de mi comentario.

-Bueno, Josh siempre está invitado. – Comentó Ben pasando su brazo por el cuello de mi novio.

El chico soltó mi mano mientras ofrecía un abrazo a su hermano. Ambos empezaron a andar más apresuradamente. La verdad es que no les encontraba parecido, ni física ni mentalmente.

-¡Ya verás qué buena presentación hará Dina! – Comentaba Ben lejos de mí. 

Me quedé alejada de ellos. Les miré como entraban a la librería, mientras yo me quedé unos segundos en el exterior.

Una pareja que se encontraba en la entrada estaba fumando. Ese olor me invadió y me recordó a las tardes frías donde el tabaco y Louis eran mi único refugio. Refugios que ahora eran solo pasado…

-¿Qué haces aquí y tan poco abrigada? Te vas a helar. – Comentó una voz detrás de mí.

Me giré automáticamente y vi que se trataba de Louis, mi refugio.

Me esperaba su flequillo cayendo por la frente y su ceja izquierda cortada. Pero no. Me encontré a un hombre elegante, con un tupé peinado detalladamente y con sus cejas completas y perfectamente formadas. 

Ese Louis era completamente distinto, no cabía duda.

-Estás preciosa. – Comentó al ver que yo no respondía a su broma.

Mis mofletes parecieron enrojecerse.

-Tú también estás genial, Louis. – Dije.
-Gracias. – Contestó él sonriente.

Ambos miramos al suelo. Sentí una extraña sensación de nuevo. Parecía que el frío había desaparecido de mi cuerpo. Ese frío que sentí al tocar a Josh, parecía haberse llenado de calor al mirar a los ojos de Lou.

Era todo totalmente contradictorio.

-¿Qué te parece si entramos? – Propuso Louis.
-Sí. – Contesté.

Ambos entramos y miré a hacia todas direcciones en busca de Josh.

-Ven. – Dijo Louis.

Le miré y seguí sus pasos. Había bastante gente ya en esa sala. Toda estaba buscando buenos sitios. Parecía que Dina era más famosa de lo que yo pensaba.

En la sala había una especie de escenario, y encima de él, una mesa con un tres micrófonos frente a tres sillas.

Al lado de las escaleras de ese pequeño escenario, una cortina roja. Louis se acercó a ella y la retiró, dejándome paso.

Detrás de ella había una pequeña sala donde se encontraban Ben, Josh y Dina.

Acudía al lado de Josh mientras Louis se puso al lado de su hermana. Una última mirada de complicidad entre nosotros que fue interrumpida.

-¡Hola, cielo! – Exclamó ella al verme.
-Hola, Dina. – Contesté sonriente.
-Un gusto teneros por aquí a Josh y a ti, de verdad.
-Un gusto para nosotros venir aquí. -  Contesté.
-Espero que os guste el libro. Bueno, ¡Espero que lo leáis! – Dijo riendo.

¿Eso fue un chiste? No me hizo gracia. Tomé aire y fingí una carcajada demasiado falsa. No creo que nadie se la creyese.

Louis miró hacia el suelo soltando una carcajada por mi falsa reacción. Ahí fue cuando una sonrisa de verdad me apareció. Cuando vi a Louis sonreír gracias a mi comportamiento. Por mucho tiempo que hubiese pasado, nuestra complicidad era obvia aún.

-Dina, ya puedes salir.

Un hombre trajeado entró a la sala por una puerta y anunció eso.

-Perfecto. – Aceptó Dina. – Dale a ellos dos asientos en primera fila, por favor. – Pidió la chica señalándonos.
-Bien. Acompáñenme, por favor.
-Suerte. – Dije a Dina recuperándome de la risa.
-Gracias, preciosa.

Josh agarró mi mano mientras sonreía a Dina. Mi mirada subió hasta Louis, quien había cambiado el gesto completamente.

Salimos a la sala de nuevo y el hombre nos puso dos sillas en primera fila. Josh y yo tomamos asiento uno al lado del otro.

-Parecen tener éxito sus libros.  – Comentó Josh.
-Sí. – Dije.

La cortina roja se abrió, saliendo de detrás de ella Dina, Ben y por último, Louis.

Los aplausos invadían la sala. Mis manos chocaban inconscientes, mientras mis ojos perseguían la silueta perfectamente definida por la americana que llevaba Louis.

Ellos tres tomaron asiento en la mesa. Dina en el centro y Ben y Louis a cada lado de ella.

Las luces de la sala se apagaron y un foco de gran luz se iluminó en esa especie de escenario.

-Buenas noches a todos. – Pronunció Dina. – Quiero agradeceros a todos los que habéis venido a esta presentación de mi libro. Es un placer contar con seguidores como vosotros.

El discurso de la chica continuaba, mientras mi mente parecía haber ido a otro sitio. Parecía haber abandonado por un segundo el planeta.

-El libro, como bien ya he comentado en las redes sociales, irá de un amor distinto. Un amor de una persona con altos cargos en la realeza y un simple camarero de un pequeño pueblo. Ambos se enamorarán sabiendo que no es lo que deben hacer, ya que sus vidas son distintas y no les convenía enamorarse...

Dina continuaba explicando el tema del libro. La oía, pero no la escuchaba. Miraba a mí alrededor viendo como toda esa gente parecía estar totalmente profundizada con el tema y con las palabras totalmente cultas que pronunciaba Dina.

Louis jugueteaba con sus dedos pulgares mientras su mirada iba a la mesa.

-Y esto es todo. – Concretó Dina. - ¿Alguna pregunta?

Una señora levantó la mano en la oscuridad. Un hombre acudió a su lado dándole un micrófono. La mujer lo tomó y lo situó cerca de su boca para comenzar a hablar.

-Enhorabuena por todos tus libros, Dina. Son realmente buenos. Sólo quería preguntarte algo, ¿Por qué has decidido hacer el libro sobre este tema?
-Gracias, señora. – Agradeció Dina. – Bueno, como supe que esta pregunta me la iban a hacer, traje al que ideó la novela.

La mirada de Dina se dirigió a Louis, a quien los rubores se le notaron.

-Él fue quien me dio esa idea. Simplemente me apoyó con una frase que jamás se me podrá borrar, y él me dijo: “Los polos opuestos, se atraen” Y estoy totalmente de acuerdo con él. Esa frase fue la que me inspiró y la que se reflejó en este libro.

Mi mirada iba directa a los ojos de Louis, quien solo los levantó para mirarme, justo cuando Dina pronunció esa frase.

¿Era una nueva indirecta? ¿Por eso me habría invitado a la presentación? Él y yo éramos completamente diferentes cuando nos conocimos, sin embargo, encajamos a la perfección.

Su mirada y la mía continuaban encajando mientras la realidad proseguía su curso.


Estaba dándome cuenta de que Louis en mi vida era más importante de lo que pensaba. Estaba dándome cuenta de que solo Louis era el único que podía hacerme olvidar el presente, y el futuro, pero jamás el pasado. 




6 comentarios:

  1. Ay q bonito q romantico. Me ha encantado addakdndhjejebe. Q fuerte me parece. Es perfecto siguela pronto Bsss guapaaaa

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  2. Por dios, es perfecto. Esque de verdad no puedo con Louis... Es genial. Esta novela me supera, siguela pronto por favor. :') un beso cielo. <3

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  3. Ooh, me encanta, es perfecta, sube pronto porfis :)

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  4. DIOS MIO, ¿¿¿¿POR QUÉ TIENES QUE ESCRIBIR TAN SUMAMENTE BIEN????
    Besos <3

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  5. Guau.. tiaaa.. que me lloran los ojos un monton!! Buah eso ultimo.. es q me has dejado tonta eh!! Madre mia.. sabes.. te veo en un futuro como a Dina, encima de un escenario, explicando 4 de tus perfectas obras, diciendo que gracias a estos chicos pudiste cumplir tu sueño de ser escritora. Gracias por todo

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