Este capítulo va dedicado a: @gabichu_1D
*
-Ella es _____. – Musitó de nuevo Dina.
Louis asintió.
Nos mirábamos. Louis y yo nos mirábamos. ¿Cómo podía estar él ahí?
¿Cómo? ¿Por qué? ¿No se llevaba mal con su familia?
Mi corazón ya no sabía qué hacer. Quizás el pararse sería la opción
correcta.
Louis parecía estar igual de perplejo que yo. Ambos nos mirábamos
perdidos. Mis manos temblaban, yo temblaba.
Por un momento fruncí el ceño.
Louis parecía tan diferente a la última vez que le vi. Vestía con una
camiseta de manga corta gris y con unos pantalones blancos. No había rastro de
su chaqueta de cuero, ni siquiera de su flequillo cayendo por su frente. Ahora
tenía un gran tupé en el que su pelo, en el que su flequillo participaba, perfectamente peinado
hacia atrás.
No parecía él. Pero sus ojos y su sonrisa pícara no me dejaban que
hubiese la menor duda de que sí. Era Louis Tomlinson.
-¿____? – Replicó la chica.
-Hola, Louis. – Contesté yo.
El chico fingió una sonrisa. Una sonrisa de incredulidad. Una sonrisa de
querer que la tierra se abriese y nos tragase a los dos.
¿Por qué tuvo que aparecer ahí? No podía creerlo.
-¿Qué tal si vamos al salón a llevar todo esto? – Propuso Dina. – Yo
sola no puedo.
-Yo… yo necesito beber agua. – Balbuceé.
-Coge lo que puedas, Dina. Lo demás, lo llevamos ____ y yo. – Dijo
Louis.
Mis ojos se agrandaron cuando me percaté que la idea del chico era
quedarse a solas conmigo.
Quizás hubieran pasado ya algunos minutos desde que Louis y yo
respirábamos el mismo aire, pero aún no era consciente de que de nuevo le tenía
ahí.
Tanto tiempo sin verle me había afectado. Pero, ¿Por qué aún tenía el
nudo en el estómago? Ese nudo que se me creó la primera vez que le vi.
-Está bien. – Aceptó Dina.
La chica se aproximó a la encimera de nuevo y cogió un par de vasos.
Seguramente para Ben y Josh.
Mientras, yo, miraba alrededor de la cocina buscando el mueble de donde
antes había sacado Dina los vasos.
La chica abandonó la cocina y estaba sola con Louis. ¡Dios mío! Tantísimo
tiempo sin verle y ahora me lo tuve que encontrar de la manera más inesperada.
Pero, ¡¿Cómo me iba a imaginar que iba a ser el hermano de la cuñada de
mi novio?! Es que ni si quiera podía venírseme a la cabeza una idea semejante.
Después de más de un año estaba compartiendo mirada con Louis, de nuevo.
Mi mano se dirigió al mueble donde supuse que estaban los vasos.
-Cuanto tiempo… - Musitó Louis.
Cogí aire mientras cerraba el mueble. Ahí no estaban los vasos.
El chico me estaba mirando, mientras yo, intentaba evitarle.
-Y cuánto has cambiado… - Añadió.
Solté todo el oxígeno que mi boca me permitió.
-Sí… - Me digné a decir por fin.
Louis se dio media vuelta y acudió a otro de los muebles de la cocina.
Lo abrió y tomó un vaso.
-¿Qué tal todo? – Preguntó, acercándose a mí y tendiendo su brazo para
ofrecerme el vaso.
Mis dedos chocaron con los suyos al intentar coger el vidrio. Mi cuerpo se
estremeció.
-Bien… - Contesté retirando rápidamente el vaso de sus manos. – Todo
bien.
-Me alegro. – Contestó con una sonrisa nerviosa.
Sí. Él parecía estar nervioso. Él parecía estarlo, incluso más que yo.
¿Qué sería de su vida? ¿Dónde habría ido cuando se esfumó? ¿Habría
regresado a El Foco y a su vida?
Al menos las preguntas que se me pasaron una y otra vez por la cabeza,
se contestaban por sí solas: Louis estaba bien. Y por lo que podía apreciar,
mejor que nunca.
-Qué casualidad… - Exclamó él entre sonrisas.
Le miré mientras me servía el agua de la botella que había encima de la
encimera. Temía que se me resbalase y todo el agua aterrizase en el mueble, pero, afortunadamente, me controlé.
-Y que lo digas… - Apoyé.
-Me alegra verte, _____.
Esa frase retumbó en las paredes de mi cabeza. ¿Dónde estaba la promesa?
¿Dónde estaba esa promesa de “Nunca volveré a verte”? Estaba claro que nunca
debimos prometer algo de ese tipo, porque una vez más, el destino me demostró
que podía jugar en mi contra, y hacer que esa promesa se rompiese. Y se rompió.
Después de tantísimo tiempo le tenía en frente de mí. No sabía si era
exactamente el Louis que yo conocí, pero sabía que era él. Mi primer amor.
Quien lo fue absolutamente todo en mi vida por una temporada. Louis… Louis…
-Sí. A mí igual. – Contesté poniendo el vaso vacío en el fregadero.
Sonrió ante mi estado de nerviosismo. Parecía que yo lo mostraba mucho
más que él, pero no me cabía duda de que ambos estábamos demasiado nerviosos.
Ninguno nos esperamos encontrarnos ahí. Ni siquiera esperábamos
encontrarnos en ningún momento de nuestras absurdas vidas.
-Creo que debemos ir al salón. – Propuso.
-Sí. – Apoyé.
Louis cogió otros dos vasos y yo cogí el bol donde Dina sirvió el
aperitivo.
Salimos de la cocina y nos pusimos a caminar paralelos. Su altura ahora
era igualada a la mía gracias a los grandes zapatos a los que me encontraba
subida.
-Estoy un poco aturdido… - Comentó agitando su cabeza.
Sonreí al ver su sonrisa escaparse por las comisuras de su boca.
-Tranquilo, yo… Yo no esperaba encontrarte aquí. Ni siquiera esperaba
encontrarte. – Añadí.
El chico asintió con la cabeza dándome la razón. Mis labios pasaron a
estar mordidos por mis dientes. ¿Qué hacía?
Abrí los ojos, agrandándolos, y retiré automáticamente los dientes de
mis labios. El chico continuaba sonriendo.
Prometo que fue una de las situaciones más extrañas que había vivido
hasta el momento. Y sí, esa promesa era verdadera.
Al fin entramos en el salón. Ben y Josh parecían estar cómodos entre sí.
Dina se encontraba al lado de Ben, mientras que Josh estaba solo en uno de los
otros sofás.
Las siluetas de Louis y mía, aparecieron en el arco del salón. Dina nos
avistó y acudió a nosotros, arrebatándome el bol de las manos y aproximándose a
la mesa para posarlo ahí.
Tenía miedo. Tenía mucho miedo. ¿Cuál sería la reacción de Josh al ver a
Louis? ¿Se acordaría de él? ¿Sabría reconocerle?
Después, esperó a que Louis hiciese lo mismo, mientras que yo me sentaba
al lado de Josh.
La chica posó la mano en la espalda de Louis con una sonrisa en la cara.
-Josh, este es Louis, mi hermano.
Mis ojos se apretaron disimuladamente esperando que Josh actuase
bruscamente. Sin embargo, mi sorpresa llegó cuando el chico se levantó y se
aproximó a Louis para ensancharle la mano.
-Encantado, Louis. Soy Josh.
Louis le sonrió y aceptó el saludo. Ambos se saludaron amablemente.
Parecía que Josh no se había dado cuenta de quién se trataba. Parecía
que Josh no sabía que ese Louis era de quien intentó salvarme tantas veces.
En verdad, era obvio. Si no fuese porque su mirada fue la que me cautivó
desde el principio, yo tampoco hubiera reconocido al aparentemente cambiado
Louis Tomlinson.
Josh de nuevo regresó a su sitio y se sentó pasando su brazo por mi
cuello.
Mi mirada permanecía mirando a Louis, mientras que Josh sonreía amable a
lo que escuchaba de su hermano.
-Iré a sacar la cena del horno. – Informó Dina. – Podéis ir tomando
asiento en la mesa.
-Espera, cielo. Te acompañaré. – Exclamó Ben levantándose del sofá. –
Louis, por favor, acompáñales a la mesa.
El chico aceptó serio a la petición de su cuñado. Louis se giró y
emprendió camino hacia la mesa.
Josh y yo íbamos mirando su nuca. Hasta la forma de caminar le había
cambiado. Era la primera vez que veía a Louis vestido sin esas botas negras
enormes. Ahora llevaba unas Vans grises que concordaban perfectamente con el
conjunto que llevaba.
Giramos una pequeña esquina y avistamos la amplia mesa que estaba
decorada.
-Podéis tomar asiento. – Dijo Louis, sentándose.
Josh sonrió y se acercó a una silla, retirándola para que me sentase yo.
Justo eligió la que estaba en frente de Louis.
Miré a Josh sonriéndole mientras aceptaba sentarme en la silla. Sin
embargo, a medida que mi cuerpo bajaba para contactar con el asiento, mi mirada
iba directa a la de Lou.
Sus manos cubrían ahora toda su boca. Parecía estar observando todo.
Josh retiró la silla de mi derecha, y tomó asiento ahí.
-Qué bonita casa. – Comentó Josh. - ¿A que sí, cielo?
La mano del chico tocó mi muslo. Asentí sutilmente con la cabeza. ¿Qué
me pasaba? Estaba como bloqueada, aturdida.
-Sí. – Contesté finalmente.
El chico me sonrió y se aproximó a mí para besar mis labios. Acepté ese
beso. Un beso rápido y agitado de menos de un segundo. Después, me acomodé en la situación previa y miré a Louis de nuevo.
-Y, ¿Vives con ellos? – Preguntó Josh a Louis.
La mirada de Louis parecía estar perdida. Ese beso pareció llegar en el
momento más inoportuno.
-No. – Contestó. – Vine a pasar unos días.
Mi mirada bajó directa al mantel de la mesa.
-Entiendo. – Apoyó Josh.
Sabía que Louis sabía de quién se trataba. Aparte de que seguramente
comprendiese que Josh era mi novio, porque era obvio, tenía claro que Louis no
había olvidado de quien se trataba. Sabía que Louis reconoció a Josh, y sabía
que era el psicólogo que tanto odió en su día.
-¡Ya está aquí la cena! – Exclamó Dina, acompañada de Ben.
La chica posó la bandeja en la mesa y Ben tomó asiento en un extremo de la mesa.
Un olor nos invadió a todos. Era un enorme pollo con deliciosa pinta.
La chica sirvió uno a uno los platos.
La cena estaba transcurriendo tranquila. Dina nos informó que ella era
escritora y Ben destacó que él era entrenador personal. Josh parecía envidiar
en parte a su hermano mayor, pero yo no entendía exactamente por qué.
Sin embargo, Louis no comentó nada sobre su presente. Él solo pinchaba su
comida y escuchaba atento.
-¿Y tú, ____? – Preguntó Ben. - ¿A qué te dedicas?
Levanté mi mirada de la comida y miré a mi supuesto cuñado.
-Estoy estudiando. – Contesté. – Bueno, estudiaré el próximo curso.
-Estupendo.
Sonreí al comentario de Ben. Josh sonrió orgulloso.
-Hoy nos hemos enterado de que la han aceptado en la universidad que
quería. – Informó. – Estamos realmente felices.
Sonreí tímida. Quizás mis mofletes estuviesen enrojeciéndose.
-¿Eso es verdad? – Preguntó Ben.
-Sí. Lo es. – Contesté ruborizada y sonriente.
El hermano de Josh retiró su silla y se puso en pie con su copa de vino
en la mano.
-Esto hay que celebrarlo. – Exclamó.
Dina se unió a su novio y acercó la copa al medio. Josh se unió a ellos
dos.
Sin embargo, mi mirada pasaba por debajo de los brazos de Dina, mirando
fijamente a Louis.
-Vamos, levántate. – Apresuró Josh.
Tragué saliva y cogí mi copa levantándome. Segundos después, Louis me
imitó.
-Por _____. – Exclamó Ben.
-Por _____. – Apoyó Josh.
Todos chocamos las copas y le dimos un trago. Todos parecían estar
sonrientes y entusiasmados por esa noticia sin siquiera conocerme. Todos menos
Louis. Su gesto era serio, descolocado, aturdido. Pero, francamente, entendía
su actitud, pues yo estaba igual.
-Y, bien. ¿Cuándo tienes que ir a la presentación? – Preguntó Ben.
-En un par de días. – Contesté. – Pero dudo que vaya, no quiero ir sola...
-¿Por qué? – Preguntó Dina.
-Josh…
-Me encantaría acompañarla, pero es totalmente imposible. – Dijo Josh
interrumpiéndome. – Tengo una reunión importante.
-¡Oh! – Exclamó la chica. - ¿Es por eso?
-Sí. - Dijo Josh. -
La miré indecisa y giré el labio. Parecía alegrarse de que no pudiese
ir.
-No te preocupes, yo sé cómo hacer que no te pierdas esa presentación. –
Añadió.
-¿Cómo? – Pregunté.
-Louis. - Pronunció Dina.
Mi respiración se congeló y el chico comenzó a toser. Parecía haberse
atragantado con un trozo de comida cuando escuchó eso salir de la boca de su hermana.
-¿Q-qué? – Replicó Louis.
-Vamos, hermanito. Tú no tienes nada que hacer. Parece que habéis hecho
buenas migas.
-¡Me parece genial! – Apoyó Josh.
-Josh, no… - Le negué por lo bajo.
-¿Por qué no? – Contestó él. – Es una idea genial, _____. Así no te
perderás la presentación. Es algo importante.
-Claro que sí. Además, Así tú estrenas tu nuevo cochazo. – Añadió Dina
dando pequeños golpecitos con el codo a Louis.
-Bueno, yo… - Balbuceó Louis.
-Cuenta con él. – Me dijo Dina interrumpiendo a su hermano. - Él te llevará.
Abrí algo mi boca y miré desorientada a Louis, que se encontraba en la
misma situación que yo. Parecía no estar muy de acuerdo con su hermana, al
igual que yo.
Era obvio que ninguno de ellos sabía qué había pasado en nuestro pasado.
Estaba claro que ninguno sabía, ni siquiera Josh, quién había sido Louis para
mí.
Pero si algo era del todo obvio, es que el destino parecía estar
empeñado en que Louis de nuevo entrase en mi vida para desequilibrar todo de
nuevo y descolocar todo lo que había puesto en orden desde hacía un año.
Sí. El destino era muy cabezota, y más si se trataba de Louis Tomlinson
y mi vida.
Oh dios, en serio, me da un algo hoy. quiero el siguienteeee YAYAAAAYAYAYAYAYA. (; me encantas Nereeea
ResponderEliminarWOW!... Menos mal que este capitulon no se borro del word.. ha sido la pera tia!! Me estaba imaginando todo... seguro q seria superincomodo estar con tu ex y tu novio y q te bese en sus narices. Me ha encantado de verdad, sigue asi que lo petas pequeña!! :)
ResponderEliminarAsdfghjklñdvbiudsnf dios. Muero. Louis, Louis Tomlinson. El destino es super cabezota. PERFECCIÓN DE CAPITULO. Cada día te superas más, Nerea, en serio, eres una crack, como describes todo, los sentimientos, es genial. Me ha encantado. Tengo unas ganas tremendas del siguiente capitulo. Y que más te digo que no sepas, que te quiero muchísimo, y que por desgracia estoy unos días sin twitter, y te echo muchísimo de menos, ya que twitter es una de las maneras de estar más cerca de ti, y por eso, he empezado ha comentar en los capitulos jijiji:)
ResponderEliminarAh. Y siempre se me olvidaba decirte, si me puedes incluir en el sorteo para dedicar capitulo, me haría muchísima ilusión, es una manera fantástica de contactar con las Nerrys, y como no, la idea ha sido tuya, de la mejor chica del mundo, una perfección de chica. Soy @ClaudiiWee, una superultramegahiper NERRY. Besotes, cielo.
I LOVE YOU, BECAUSE YOU´RE PER-FECT.
Madre mia de mi.vida!!!! Me quieres matar?! Vale si eso parece! Siguiente ya por favor.. Que pasara con Lou y con rayis?...
ResponderEliminarUn.besito
@AlbaHoranHug1D
Dios dios dios dios dios dios Dios mío!!!
ResponderEliminarMe matas, cada día te superas...
¡Louis, Louis Tomlinson!
me encanta sube pronto el siguiente
ResponderEliminarME ENCANTA!!!
ResponderEliminarPODRIAS DEDICARME ALGUNA PLEASEEE
@Louissexyboy_1D
Me encanta la reacción de Louis lol :)
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