Capítulo 40.

Este capítulo va dedicado a: @mixertiooner - http://www.las50sombrasdehoran.blogspot.com

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-¿No me oyes? – Replicó Louis. - Suéltala. 

Los ojos del chico estaban inundados de rabia, y sus puños apretados contra sí.

-Louis… - Musité casi sin voz.

Josh me soltó inmediatamente.

-¿Cómo que Louis? – Replicó. - ¿Este Louis es…?

Miré a Josh que estaba totalmente desconcertado. Después de todo, se acababa de dar cuenta de que el Louis que tenía ante sus ojos era el Louis del que había intentado salvarme tantas veces. Era el Louis de flequillo por la frente y ceja rapada.

-Louis Tomlinson. – Dijo Louis, con fuerza y seguridad.

Me alejé de Josh y posé mis manos en los hombros de Louis, empujándolo lo más lejos que pude de Josh.

-Louis, Louis. Escúchame.

Su mandíbula estaba apretada, la rabia era la misma que la noche que ofreció esa brutal paliza a Liam.

-Louis, por favor.

Intenté sacar la voz más dulce y débil que pude. Sabía que ese era su punto débil, que yo era su punto débil.

-Estoy bien. – Añadí. – No me ha hecho daño. Mírame.

Sus ojos miraban fijamente a Josh, pero cuando pronuncié eso, viajaron hasta los míos, quienes rogaban que no hiciese nada con él.

-No pienso dejar que nadie te haga daño, _______.

-Nadie me ha hecho daño, de verdad. Estoy bien.

-Le tengo demasiada rabia.

Apreté los ojos intentando pensar algo que pudiese tranquilizar a Louis. Él se intentaba mostrar controlado, pero yo sabía que no lo estaba.

Mis manos apretaban sus hombros, incluso quizás le estuviese clavando las uñas. Sin embargo, su fuerte y trabajado cuerpo posiblemente no lo sintiese.

-Nadie cambia, _______. – Murmuró devolviendo la mirada a Josh. – Y yo no puedo contenerme.

-Sé que has cambiado, Louis. Sé que puedes controlarte. Confío en ti.

De nuevo sus ojos azules, casi negros por la dilatada pupila, se cegaron en los míos. Ambos nos envolvimos en una mirada de complicidad.

-¿Confías en mí? – Preguntó sorprendido.

-Claro.

-¿Cuánto?

-Como no he confiado en nadie.

Sentí como los músculos de Louis se destensaban. Pasó sus manos por mi cintura y empujó mi cuerpo contra el suyo, ofreciéndome un gran abrazo.

Me envolví en su peculiar y varonil olor que me cautivó desde el primer segundo.

Los pasos de Josh parecían acercarse a nosotros.

-Suéltala. – Exigió su voz. – Es mía.

Louis de nuevo pareció reconfortarse en el perfil de chico peligroso y violento. Se alejó de mí y miró furtivamente a Josh.

Mi respiración se aceleró intuyendo lo que pasaría. ¡Maldito Josh! Ya le había tranquilizado.

-No. – Dijo Louis. – No es tuya.

Mi mano agarró fuertemente el brazo de Louis. Josh me miró decepcionado. Se sentía solo y yo lo sabía.

-Elige tú. – Ideó Josh dirigiéndose a mí. – Elige a quien quieres.

Mi boca se abrió mostrando sorpresa. ¿Cómo iba a elegir? Miraba como Josh observaba con rabia la forma en la que tenía agarrado a Louis por el brazo.

-La has abandonado como un perro en una carretera. – Dijo Louis. - ¿Y pretendes que elija?

-Al menos yo no la doy miedo.

Louis soltó bruscamente mi brazo, se quitó su chaqueta vaquera tirándola al suelo y, como temí, se acercó violentamente a Josh, a quien cogió del cuello del abrigo. Le empotró contra su coche.

La mirada de Josh parecía conservarse firme, mientras que la mandíbula de Louis crecía por momentos.

-¡Louis! – Grité. -¡Louis!

Me puse en su espalda e intenté tirar de él. Un empujón hizo que de nuevo me desplazase hacia atrás y me empotrase contra la puerta de hierro de mi casa.

-Tú la absorbiste el cerebro para que me dejase. Tú fuiste quien me la quitó. Yo la hacía feliz. Yo fui el único que estuvo cuando todo el mundo la rechazó. Cambié por ella y me volví un chico formal y educado. ¿Para qué? ¿Para qué ella quiera a un tío que la abandona en una carrera? – Rió sarcásticamente. – No te mereces a alguien como ella a tu lado.

Josh sonrió junto a Louis, aún algo alzado y aprisionado por la forma en que Louis le tenía cogido. Yo continuaba petrificada contra la puerta, pues no tenía el valor de acercarme de nuevo.

Sabía cómo era Louis en estas situaciones puesto que tuve la oportunidad de verle en plena acción.

-Yo nunca llegué al extremo de dañarla. – Dijo Josh.

Mis ojos se agrandaron cuando escuché al chico decir eso. Sabía lo que vendría ahora y sabía que no le esperaba nada bueno.

El chico levantó su mano apretando su puño.

-¡Louis! ¡No! – Grité. – Por favor, confío en ti.

Josh cerró los ojos fuertemente sabiendo lo que ahora recibiría. Sin embargo, tras unos segundos agonizantes, Louis soltó bruscamente el cuello de Josh y se alejó de él.

Pasó su brazo por la boca y me miró con rabia.

-Yo también confiaba en mí. – Me dijo.

Mi mirada le siguió hasta ver que cogía su chaqueta vaquera del suelo y la reconfortaba de nuevo en su cuerpo. Metió sus manos en los bolsillos de sus vaqueros y emprendió camino hacia la oscuridad de la noche.

Miré con la respiración agitada a Josh, quien continuaba empotrado contra el coche, en completo shock.

Ambos nos miramos intentando cuadrar la tensa y difícil situación. Me impulsé con cuidado en la puerta y me acerqué a Josh.

-¿Estás bien? – Pregunté.

Negó con la cabeza. Parecía estar repleto de pánico.

-¿Por qué no me lo dijiste? – Consiguió preguntar.

Me quedé en silencio y aterricé mi mirada en el asfalto.

-¿Por qué no me dijiste que era Louis?

Su mano se posó en mi barbilla y levantó mi cabeza para que le mirase a los ojos, que aún tenían incrustados el miedo.

-Dime.

-Josh, pensé que no sería lo mejor…

-Entiendo.

-Él había cambiado…

Asintió con la cabeza separándose del coche, y yo empecé a andar hacia atrás para dejar salida a Josh.

-Ya lo veo. – Dijo. – Confías en él pero en mí no.

-Claro que confío en ti.

-Entonces me hubieras avisado que ese Louis era Louis Tomlinson.

Negaba con la cabeza mientras vi la desesperada reacción que estaba teniendo Josh.

-Examina lo que ha pasado y date cuenta de que has ido automáticamente a controlarle a él. - Dijo.

-Para defenderte.

-No, _______. No ha sido por eso. Soy psicólogo.

Un silencio nos redeó.

-Mejor vamos a darnos un tiempo, sí. – Dijo mientras se alejaba de mí y se acercaba al coche. – Creo que a los dos nos vendrá bien.

El chico rodeó aturdido el coche y, tras dedicarme una perdida mirada, se montó y abandonó la situación. 

Me abandonó a mí, como parecía que estaba acostumbrado a hacer.

PD. TPCB está en la recta final, chicas! 

PD2. Aquí tenéis el trailer de 'Broken' (La novela de Liam) para quienes no lo hayan visto. http://www.youtube.com/watch?v=1V8G82PBiTY

Os quiero Nerrys <33