Este capítulo va dedicado a: @srtashoran - http://novelaaniallhoranytu.blogspot.com.es/
*
Louis estaba
sonriente mientras yo me mandaba miradas cómplices con mi madre.
Ambos
estábamos sentados en el sofá reposando la gran comida que habíamos compartido.
-¿Y cómo se
llama tu empresa, Louis? – Preguntó fascinado Bob.
-Lewis sport.
– Contestó seguro de sí mismo.
-Bonito
nombre. Quizás pueda participar en algún tipo de evento junto a mi empresa de
fútbol. Y bueno, ya sabes que…
-Tengo que
pensármelo, señor Bob. – Interrumpió el chico. – Pero muy amable por su oferta.
-Por
supuesto. Ya sabes el tiempo que tienes para pensarlo.
Pero, ¿Cómo
Bob estaba tan seguro de que Louis sería una buena inversión? No le conocía, ni
siquiera le había visto jugar al fútbol. Vale, quizás tuviese buena resistencia
física, ¿Pero y si luego no tiene puntería? ¿O no tiene artimañas?
Mi mirada se
deslizó de nuevo a la de mi madre, quien contemplaba cariñosamente el rostro de
Bob. Sonreí al verla ilusionada.
Mi móvil
comenzó a sonar. Fruncí el ceño y le miré de reojo. Estaba en la mesa de mi
izquierda.
Me incliné
sobre mí misma un segundo y me atraganté con mi propia saliva cuando vi de
quién se trataba.
Josh.
Mi boca se
entreabrió y mis ojos estaban ardiendo.
-¿Quién es?
– Preguntó curioseando mi madre.
-Es… es
Josh. – Dije titubeante.
Las manos de
Louis se oprimieron en sus rodillas. La rabia parecía mostrarse de nuevo en él.
Esa rabia que había aprendido a controlar.
-¿Qué
demonios quiere?
-No lo sé,
mamá.
-Cógeselo,
quizás cuelgue.
-No quiero
cogérselo. Estoy demasiado enfadada.
Louis tragó
saliva mientras esbozaba una poco disimulada sonrisa. Aun que lo intentó.
El teléfono
dejó de sonar y la pantalla volvió a la oscura normalidad.
-Bueno, creo
que yo ya me voy a ir. – Informó Louis levantándose.
Mi mirada se
desplazó a la vez que él se incorporaba.
-¿A dónde?
-Tengo
trabajo, ______. Mi empresa no se mantiene sola.
Respiré
encajando toda la situación e intentando devolver la paz a mi cuerpo.
-Quédate un
rato más, Louis.
La mirada de
mi madre pareció atravesarme de un lado a otro. No parecía muy contenta por
tener la presencia de Louis.
-O bueno,
iré contigo. - Añadí.
Louis se
acercó a mi madre y le dio dos cariñosos besos a los que ella respondió
gratamente.
Después, se
acercó a Bob y le estrechó la mano. El hombre se puso de pie y aceptó su
despedida.
-Espero que
me llames pronto, Louis. Ya estoy deseando ver en la camiseta de mi equipo “Tomlinson”
Mis ojos se
agrandaron cuando el hombre pronunció eso. Oh, oh. Me levanté apresuradamente y
le agarré de la espalda.
-Vamos
Louis, vámonos. – Le apresuré.
El chico se
dejó guiar por mis empujones. Grité a mi madre en forma de despedida y cogí una
chaqueta de que había en el perchero junto a mi bolso, introduciendo en él mi móvil.
Respiré
cuando ambos estábamos en el porche y pude cerrar tras de mí la puerta del
exterior.
Examiné a
Louis y vi como su mandíbula estaba totalmente apretada por sus dientes y sus
ojos azules estaban casi negros por la dilatación de su pupila.
-Lo… lo
siento, Louis.
Cerró los
ojos e intentó mantener la calma. Respiró profundamente y abrió las manos deshaciéndose de esos tensados puños los cuales apretaba con fuerza.
-Nunca me
desharé de esto. – Musitó.
-Louis, es
tu apellido. Es imposible que te deshagas de él.
-No quiero
que nadie me llame así. No quiero. Tengo más apellidos.
-Pero no
siempre podrás evitarlo, y no siempre podrás salirte al exterior a calmarte. Es
algo de ti. Es algo que vive contigo.
Abrí mi
bolso y saqué un paquete de tabaco. Le ofrecí un cigarro.
-¿Quieres?
-Sí, por
favor.
El chico
aceptó y se lo colocó en la boca. Prendí el mechero y le encendí la droga.
Daba rápidas
caladas y se iba consumiendo. Yo decidí por no fumar en esa ocasión.
-_____, creo
que no debemos de vernos más. – Dijo.
Mi ceño se
frunció mientras que él soltaba el humo por su boca y decía ese sinsentido.
-¿Por qué
dices eso?
Mi confusión
debía de ser notable en mi gesto.
-Tu madre me
ha reconocido, su mirada lo decía. Y, además, sé que no contestaste a Josh
porque estaba yo.
Parecía que
el cigarro le había tranquilizado y estaba dando las argumentaciones con
paciencia y tranquilidad. Argumentaciones acertadas.
-Si yo
acepto el contrato con Bob, quizás no te vuelva a ver.
-¿Por qué
no?
-Porque no
creo que te sea conveniente. Mi imagen sobre ti está dañada. Por mucho que
intente demostrar que he cambiado, la gente de aquí me conoce como Tom… - El
chico hizo una parada y cerró los ojos mordiéndose los labios. – Como Tomlinson.
– Añadió con dolor. - ______... Para mí
nada ha cambiado. Para mí nada ha cambiado entre tú y yo. Y creo que lo mejor
será que me vaya lejos y que no nos volvamos a ver, porque verte ha sido un
error, pensé que te había olvidado y me equivoqué. No puedo seguir haciendo el
papel de ser tu amigo, porque duele más que el no saber dónde estás, ni si
estás bien.
¿Louis me
estaba confesando lo que dudaba? ¿Louis le estaba dando la razón a Liam? ¿Louis
me estaba diciendo y afirmando que aún me quería? ¿Louis estaba dolido? Sí, eso creía.
-Que te vaya
bien, _____. Concretó la no obtener respuesta.
Tiró la
colilla al suelo y la pisó con su zapato. Metió las manos en su chaqueta vaquera
y comenzó a andar hasta su costoso coche que estaba aparcado enfrente de mi
casa.
-Espera,
Louis. – Grité.
El chico se
paró en seco en medio de mi jardín.
-Louis, de
verdad, no creo que sea necesario no volver a vernos…
-¿Sientes
algo por mí? – Preguntó seca y directamente cuando me situé a enfrente de él.
-Louis…
-Respóndeme.
-No puedo responderte
a esa pregunta.
-Entonces deja que
juegue el destino, _______. Si quiere que nos volvamos a encontrar como esta
vez, lo hará. Si no, quizás, sea la última vez que nos veamos.
-No, Louis, no digas
eso.
El chico de nuevo
comenzó a andar hacia su coche y entró en él. Yo no estaba dispuesta a que se
fuese tan fácilmente, ni a volver a perderle de nuevo.
Comencé casi a correr
y, antes de que él arrancase el coche, abrí la puerta del copiloto y tomé
asiento.
-¿Qué diablos haces? –
Preguntó sorprendido.
-No lo sé, Louis.
-Sal de aquí.
-No, no me pienso ir.
No quiero esa idea que me has sugerido. Ni el destino ni nada, Louis. ¿No podemos
ser amigos y vernos y quedar y…?
-No. – Me interrumpió.
– No puedo ser solo tu amigo, ______.
-Dame una razón.
-¿Una sólo? – Rió sarcásticamente.
– Te quiero solo para mí.
Fruncí el ceño al
escucharle decir eso.
-Y sé que es
imposible. Verte con Josh me hace sacar mi instinto rabioso que, como bien
sabes, debo de tener controlado. – Añadió.
Cerré mis ojos pasando
mis palmas por la cara. Entendía de algún modo el comportamiento y la decisión
de Louis. Pero no podía alejarme de nuevo de él. Era evidente que, si él sentía
eso por mí, rechazase todas las opciones de estar conmigo sin ser algo más que su
amiga.
-No sé si interpretar
esos gestos que estás haciendo como confusión o como pánico producido por mis
confesiones.
Solté una carcajada al
escuchar lo que acababa de decir Louis.
-Estoy tan perdida,
Louis…
-Por eso mismo creo
que debo de desaparecer. No quiero que te pierdas por mi culpa. Todo en tu vida
iba genial hasta que aparecí yo.
¿Cómo se podía estar dando
cuenta de todo? Aparentemente fingía estar al margen de todo esto, pero estaba
más implicado de lo que yo podía creer.
-Todo en mi vida es
genial si estás tú. – Pronuncié.
Oh, oh. Eso debió ser
a causa de los nervios. Eso lo quería mantener en secreto, entre mis
pensamientos y yo. Pero pareció que la lengua se me adelantó y lo pronunció.
Louis estaba casi
igual de perdido que yo. Su cara mostraba sorpresa y la mía era evidente que
también.
-______, no sabes lo
que dices… - Murmuró.
Fruncí el ceño y me
moví sobre el asiento para llegar a abrazar al chico de manera más cómoda. Fue lo único que se me ocurrió hacer después
de la maldita frase que solo debí pensar.
-Lo dije sin pensar. –
Añadí.
-¿Puedo darte un beso?
– Preguntó.
-¿Qué?
-Que si puedo besarte,
______. Quizás sea la última vez que te vea y quiero aprovechar.
-Louis…
El chico no me dio
tiempo a negarme. Sus extensas manos estaban sujetando mis mejillas y aproximándome
a su rostro. Cerré los ojos para sentir el apasionado, dulce y tranquilo beso
de Louis.
Sus labios carnosos
estaban pegados a los míos mientras su lengua se abría paso en mi boca, y
jugueteaba con la mía. Era un beso mucho más maduro que los que me solía dar.
Se retiró de mí aún
con los ojos cerrados y quizás dudando de si lo que acababa de hacer era lo
correcto.
Me pasé mis dedos por
los labios mientras miraba fijamente a Louis, que comenzaba a abrir los ojos.
Pestañeé rápidamente
como pude y abrí la puerta del coche.
-_______, no quería…
Abandoné el vehículo
cerrando la puerta tras de mí y emprendí camino hacia mi casa. Mis
ojos estaban oprimidos. Quizás alguna lágrima amenazaba con salir.
Entré en mi casa y anduve
hasta el salón.
Me acerqué hasta donde
pude. Una silueta me asustó. Restregué mis puños sobre mis ojos y me aseguré de
que lo que estaba viendo era verdad.
Josh estaba sentado en
mi sofá, junto a Bob y a mi madre. Mis ojos se agrandaron lo máximo que
pudieron.
¿Qué hacía él ahí? ¿Para eso sería su llamada?
El chico me miró
esperanzado. Yo continuaba pegada al suelo y sin poder siquiera moverme. Sólo
podían mostrar movimiento las lágrimas que habían aumentado cuando vi que era
Josh quien estaba en la puerta de mi casa.
-_______.
-¿Qué haces aquí? –
Pregunté aún anonadada.
El chico se puso de
pie y se acercó a mí. Di pasos hacia atrás para que no pudiese tener ni el más
mínimo roce conmigo bajo la mirada atenta de Bob y mi madre.
-No, Josh. ¿Qué coño
haces aquí?
-Supe que estabas aquí
al no estar en casa. Y, bueno, no me confundía.
-Estoy aquí. – Dije
haciendo un gesto de evidencia.
-Quiero hablar
contigo. Te necesito más que nunca.
El chico tendió su
brazo para coger mi mano y yo le rechacé.
-Yo contigo no.
-Por favor, _______.
Te necesito.
-Mmm, ¿Por qué no te
has quedado en la playa? Quizás encuentres a alguien a quien no tengas que
dejar abandonada en una autopista.
-Lo hice sin pensar,
______.
-¡Ni siquiera me pides
disculpas! – Le grité.
El chico cerró los
ojos ante mi sobrecogedor grito.
-Lo… lo siento. –
Dijo.
-Ahora no las quiero.
Lo único que quiero que te largues.
-Dame una oportunidad,
_______. Dame una oportunidad de explicarte por qué te necesito.
-Vete. – Le exigí.
-Escúchame, _____.
-¡Que te vayas! – Le
grité más fuerte aún.
-Josh, creo que _____
quiere que te vayas… - Comentó mi madre.
-Sólo será un segundo,
Julie. – Dijo él.
Me miró. Por un
momento le miré como pude detrás de esas lágrimas que me impedían ver con
claridad. La tranquilidad de sus ojos azules me miraba directamente. Fue
justamente cuando Josh aprovechó para darme la noticia.
-Mi madre me
ha confesado que soy adoptado. Te necesito más que nunca.
Mi cerebro estaba
intentando captar la información que me acababa de lanzar Josh. ¿Adoptado?
¿Cómo que adoptado? Esa palabra se atragantó en mi garganta y quizás fuese la
culpable de que no supiese articular ningún tipo de gesto ni palabra para poder
responder a la inesperada información que acababa de pronunciar Josh.
PD. Nerrys, os dejo aquí un segundo argumento de Liam. Please, decidme cual preferís. http://sttories1d.blogspot.com.es/2013/09/broken-segundo-argumento-liam.html
Perfecto. Sólo digo eso.
ResponderEliminarPERO PER PERO.. Adoptado?!! Que locura es esa, es el karma que las devuelve! POR DEJARLA TIRADA!! Y Lou, madre la ha besado peor tia, una question. Ella por que lloraba despues e besarle?? Yo estaría dando saltos de alegria.. ahaha Muy fuerte todo, he flipado!! Gracias guapis!
ResponderEliminarNo puedes dejarnos así Nerea!
ResponderEliminarAyer busqué alguna novela que tenga que ver con Louis, y vi ésta, y OH DIOS. Me la he leído entera entre anoche y hoy. Vivo enamorada de ésta novela, y ahora que tengo que esperar a un capítulo, no puedo, quiero leerlo ya. Voy a leer tus demás novelas y, en serio Nerea, escribes MUY bien y creo que si sigues escribiendo, tendrás un gran futuro, de verdad.
Y sobre lo que está pasando... Ojalá Louis no se vaya, vivo enamorada del personaje. Ojalá siga su relación con _____ y ésta vaya a más, porque no se puede ir, le quitaría la gracia a la novela, ¿no?
Muchísimos besos, espero que algún día hagas un maratón o algo, me encanta esta novela y ahora mismo voy a leer las demás. x