[Terminada] El destino es caprichoso y más cuando se trata de algo como lo que pasará entre ______ y Louis Tomlinson. Una relación del pasado rápida, alocada, peligrosa que le llevó a ser quien no era. Todo acabó, pero no para siempre. Ambos estaban equivocados cuando prometieron no volver a verse.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Capítulo 36.

Este capítulo va dedicado a: @1DMy_World__ 

*

El fuerte tacto que agarraba mi mano me hizo estremecerme. Sentía como si toda mi sangre se hubiera coagulado.

Seguía observando la cara del hombre, cuyo gesto cambió acompañado de una malvada carcajada.

-Y aquí está tú novio. Pobre chico, qué inocente. – Comentó.

Me giré cuidadosamente sin tener idea de quién podría tratarse. Mi pelo se desplazaba lentamente y mi cuello giraba poco a poco.

Los ojos tenues alumbrados por las luces de colores que había en la sala fueron los que me hicieron percatarme de que, de nuevo, era él.

Mi pulso debió de aumentar cuando vi que de su tupé salía un mechón que había sido despeinado y caía elegantemente por su cara.

Sentí como el hombre resoplaba tras de mí y abandonaba por fin la situación.

De nuevo mi mente solo se centraba en Louis y en su mano, quien agarraba fuertemente a la mía aún.

-Vámonos de aquí…

El chico agarró la maleta por el asa y la alzó, sujetándola con su mano y trasladándola a quién sabe dónde. Su otra mano tiraba de la mía.

Ambos llegamos a una puerta de madera, donde nos situamos enfrente. Louis la empujó y los dos pasamos.

Observé la sala y era una especie de oficina. Seguramente donde los dueños del local hiciesen todas las cuentas.

Louis dejó la maleta en el suelo mientras soltaba por fin mi mano. Mi piel se erizó cuando uno de sus dedos perfiló inconscientemente mi pulgar.

Se apoyó con sus brazos en el escritorio que había en medio de la sala mirándome, mientras que yo crucé mis brazos y le miraba indefensa. Estábamos uno en frente del otro.

-¿Qué haces aquí? – Logró preguntarme.
-Podría preguntar lo mismo.
-Pero pregunté yo primero.
-Sólo espero a una amiga.

El chico apretó sus dientes y asintió con la cabeza.

-Ben me dijo que ibais de viaje. – Añadió Louis.
-Sí, bueno. Íbamos.

Un silencio incómodo mientras que Louis rodaba los ojos sobre sí.

-¿Y tú qué hacías aquí? – Pregunté.
-Es el bar de mi mejor amigo, Ben y Dina irán a celebrar hoy el éxito del libro y yo no tenía nada mejor que hacer.
-Entiendo.
-Y bueno, por lo que veo que tú te sigues metiendo en líos, sigues siendo violenta. – Me dijo con una sonrisa pícara.
-¡Idiota! – Le contesté, casi refunfuñando.
-Era una broma, tonta.

Esa sonrisa… Esa sonrisa era única. Por un momento se me había olvidado por completo que Josh me había dejado abandonada en medio de la carretera. Por un momento se me olvidó todo lo malo. Su sonrisa era como una luz para ver todo de diferente forma.

-Ven, siéntate aquí conmigo. – Dijo dando toquecitos al lado izquierdo de donde estaba él, en la mesa.

Ande con mis tacones hacia donde me indicaba y posé mi cuerpo en el filo del escritorio. 

Después, desabroché de nuevo mis zapatos y dejé libres mis pies.

-Hueles a tabaco. – Comentó.
-Lo sé.
-¿No decías que no fumabas?
-Lo necesitaba, Louis.
-¿Ha pasado algo? – Preguntó.

Mis ojos comenzaron a empañarse. Quería contener las lágrimas porque no quería contarle a nadie que no fuese Alison esto, y menos a él, pero no pude evitarlo.

-Eh, eh. ¿Estás bien? – Replicó.

Negué con la cabeza mientras que cerraba los ojos para no llorar.

Louis no esperó respuesta y se impulsó sobre el escritorio para ponerse delante de mí.

Sus manos se posaron en mis mejillas levantando mi cabeza y obligándome a mirarle a los ojos.

-Si quieres contármelo, puedes. – Informó.
-Discutí con Josh. – Confesé. – Nos íbamos a ir a casa de su madre por su cumpleaños, pero todo se torció de camino al aeropuerto. No tuvo paciencia y me dejó en medio de la carretera, sin ningún tipo de escrúpulo.
-Espera, espera. ¿El psicólogo de buenos modales te abandonó en medio de la carretera?

Las manos de Louis perdieron fuerza sobre mi cara y miré hacia el suelo, afirmando su suposición.

-¡¿Enserio?! – Replicó.
-Sí. – Confirmé débilmente.
-¡¿Y ese tío de qué va?! ¿No se ha dado cuenta de que a estas horas de la noche puede pasarte cualquier cosa? ¡Y encima en una autopista! – Exclamó retirándose de mí y haciendo gesto de incredulidad con sus manos.

El enfado de Louis me resultó gracioso. Parecía que era mi hermano mayor. Pareció enfadarse más que yo misma por el hecho de que Josh me hubiera dejado tirada en medio de una carretera.

-No entiendo por qué te ríes, pero he de decirte que prefiero verte sonreír que llorar. – Confesó el chico con una sonrisa tímida.

Sonreí más fuerte mientras las palmas de mis manos limpiaban mi rostro bañado en lágrimas.

-¿Quieres cenar algo? – Preguntó Louis.

Mi teléfono interrumpió la respuesta de esa pregunta. Lo saqué del bolsillo interior de la americana y miré la pantalla. Era Alison.

-¿Sí? – Contesté.
-Estoy en la puerta de la gasolinera, ¿Dónde estás?
-En el bar de más adelante. Ven a la puerta, ya salgo.

Y colgamos.

Louis asintió con la cabeza comprendiendo que no iba a poder ser la idea de cenar juntos.

-Lo siento… - Me lamenté.
-No, no, tranquila.
-Me ha encantado volver a verte, aun que no fuese la mejor situación. – Confesé.
-Igualmente. Parece que estamos destinados a encontrarnos en cualquier sitio.
-Ya lo creo. – Apoyé sonriendo.

Me bajé de la mesa de un saltito y de nuevo me puse los tacones. El chico me ofreció su hombro como apoyo. Louis tenía razón. El destino no se cansaba de ponernos encuentros sin sentido...

Una vez puestos los tacones, me dirigí decidida hacia la maleta, pero Louis se encargó de cogerla de nuevo y levantarla al aire.

-¿Qué haces? – Pregunté frunciendo el ceño.
-Te acompañaré fuera, no quiero tener que salvarte de más peleas esta noche...

Sonreí mientras comencé a andar para atravesar esa sala y después el bar. Estaba claro que la protección que Louis creó en mí aquel tiempo atrás no había desaparecido ni un milímetro en él.

Era un aspecto suyo que me gustaba, pero hasta cierto punto. Pero no podía negar que esta protección de un hombre maduro me gustaba más que la de antes.

Atravesábamos el bar y miré de reojo a Louis. Su sonrisa de nuevo hizo que mi estómago se encogiese. Estaba tan atractivo.

Al fin salimos a la puerta del local y nuestros oídos se sintieron relajados. Miré de frente y vi el coche de Alison con las luces encendidas. Había venido sola.

-Bueno… Tengo que irme. – Le dije.
-Sí. – Asintió él.
-¿Quieres que comamos mañana juntos? Quiero agradecerte esto que has hecho por mí. – Propuse.
-Quizás pueda hacerte un hueco en mi apretada agenda. – Comentó irónico.

Reí a su comentario tan 'Louis'. Esos típicos sarcasmos que no habían desaparecido y ese toque de chico malo que aún llevaba consigo era lo que, quizás, me habían ayudado esa noche a no hundirme gracias a Josh.

-Estaré en casa de mi madre, supongo. – Le informé.
-Creo que me acuerdo de cómo ir… - Dijo dudoso.
-Bueno, espero que no te pierdas. Si no, iré a buscarte yo.
 -Buena chica. – Contestó dándome un toquecito en la nariz.

Esa frase. ¿Esa frase no era la que me decía cuando nos conocimos? Sentí un cosquilleo algo extraño en el estómago cuando Louis pronunció eso. Y justo me estaba dando cuenta de que una sonrisa tímida estaba saliendo de mi boca.

-Hasta mañana. – Concretó él.

Mis brazos pasaron por su cuello y le abracé sin pensarlo. El chico posó segundos después sus grandes manos en mi espalda y aceptó el abrazo. De nuevo esa fragancia varonil.

Por un abrazo como este había llegado la discusión con Josh, pero en estos momentos me daba exactamente igual Josh.

Louis era el que se estaba comportando como un caballero conmigo y debía agradecérselo como tal.

-Buenas noches, Louis.

El chico me sonrió y comencé a tirar de la maleta y a andar en dirección al coche de Alison. Cerraba los ojos. Una mezcla de alegría, tristeza y confusión se apoderaba de mí.

Llegué al vehículo de mi amiga, quien salió de él al verme llegar.

-Hey, nena. ¿Qué ha pasado? – Preguntó alertada.

Me acerqué apresurada a ella y la abracé cariñosamente.

-¿Estás bien? – Preguntó. – Aunque bueno, creo que sí… - Rió.

Sonreí al comentario, pero desgraciadamente, no me sentía tan bien como quería aparentar, y ahora menos que Louis se había alejado de mí. Mejor dicho, que mi aún refugio se había alejado de mí.

-Es una larga historia, Ali… - Dije.

La chica abrió el maletero mientras yo la seguí arrastrando la maleta. Después, la cogió y la introdujo en el interior del coche con mi ayuda.

Luego ambas nos metimos en el vehículo de nuevo.

Mi mirada se congeló en Louis, que aún permanecía en el exterior.  La luz de la farola era lo único que dejaba verle con precisión. Esa americana de color negro me recordaba a la chaqueta de cuero que usaba cuando me enamoré profundamente de él.

Su manera de fumar no había cambiado, y su penetrante mirada lo había hecho mucho menos.

-Dime, ¿Quién es ese chico al que abrazabas tan sentidamente? Es realmente atractivo… - Preguntó Ali.
-No te vas a cree quién es.
-¿Quién?

Sonreí tímidamente y miré hacia adelante, donde él pisaba con sus zapatos tan elegantes el cigarro que acababa de tirar al suelo. Por último, nos dedicó una mirada y desapareció de la calle adentrándose de nuevo en el interior del local.

-Es Louis. – Pronuncié.
-¿Qué Louis?
-Louis Tomlinson, Ali.

La boca de la chica se entreabrió cuando escuchó el nombre completo del chico. Era un hecho que nadie reconocía a Louis. Había cambiado demasiado, y era obvio.

-¿Lo estás diciendo enserio? – Replicaba mi amiga.
-Sí, sí. Completamente enserio.
-¡Ese chico ha cambiado demasiado!
-En todos los sentidos. – Apoyé.
-¿Y qué hacías con él? No lo entiendo…
-Arranca y te cuento todo mientras llegamos a casa de mi madre.

******

-Gracias por traerme, Ali. Y bueno, por esuchcarme. – Le agradecí a mi amiga bajándome del vehículo, el cual estaba situado en frente de la casa de mi madre.
-No hay de qué. – Dijo sonriendo.

Iba a cerrar la puerta del vehículo cuando Alison me llamó de nuevo.

-Por cierto.
-¿Sí? – Contesté.
-Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. – Recalcó mi amiga.

Después, me guiñó uno de sus ojos y sonreí ante su frase.

Tenía razón. Demasiada razón. De nuevo llevaba a cuestas mi maleta. Al menos tendría ropa que ponerme. 

Obviamente no pensaba volver a casa de Josh. Ese chico me había demostrado que no le importaba tanto como decía.

Miré el reloj y comprobé que era tarde. Las doce de la noche. Mi madre seguramente ya estaría dormida.

Menos mal que la llave siempre la llevaba en el mismo llavero que todas. Rebusqué en el bolso y las encontré por fin. Las encajé en la cerradura y abrí la puerta cuidadosamente.

Una luz en el salón me alumbró. Era la luz de una tulipa.

Unos pasos agitados parecían escucharse. La mano en el pecho de mi madre y una cara de asustada evidente.

-¡Dios mío! – Exclamó cuando me vio. -¡Casi me da un infarto!
-¡Mamá! ¿Qué haces despierta a estas horas?
-Estoy leyendo un rato. ¿Y tú? ¿Qué haces aquí? ¡Casi me matas del susto! Pensé que serías un ladrón.

Sonreí ante su exagerada confesión.

Pasé a ese hogar donde se agradecía el calor que las paredes y el suelo tenían concentrado. Subí arriba mi maleta, mientras que mi madre me preparaba algo caliente en el tiempo que yo me acomodaba.

Minutos después, bajé al salón donde me tomaba el té que me había preparado, contando a mi madre todo lo que había pasado con Josh.

Su cara y sus gestos eran un espectáculo. Ninguna nos esperábamos esa reacción de Josh. Después de todo lo que había hecho por mí…

La mujer me tranquilizaba completamente asombrada, tanto como yo.

Las lágrimas no podían contenerse y necesitaban salir al exterior. Rabia e impotencia. Josh me había hecho daño y era algo evidente, pero si algo aprendí ese día, es que, como bien dijo Alison: Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos.


Louis, ahora estaba siendo mi salvación y Josh se estaba comportando como un completo inmaduro. ¿Cómo en tan poco tiempo se podían haber cambiado tanto las cosas de sitio?




4 comentarios:

  1. Me gusta mucho este capítulo, Nerea! xo

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  2. I love it. Me encanta la frase q dijo Alison es tan efehaiygfhjydigd me ha gustado mucho
    Bsss guapa

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  3. Este capitulo es fantástico, me ha gustado mucho, sube pronto, besos :)

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  4. Halaa!!! Que mono es Louis y eso de Buena chica.. recuerdos. Jo me has dejadoo pufff me encanta Louis tia en serio es q cuando dices.. sonrio me lo imagino sonriendo y es q me encanta su sonrisaa.. buah sigue esta novela, porq es la pera te lo juro. Gracias mi niña!!

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